miércoles, 9 de enero de 2013

Excusa.

Un día por la mañana vi que mi cobaya no quería comer ni beber y estaba muy cansada. La llevé al veterinario. Estuvimos 1 hora esperando esperando hasta que la veterinaria salió a atendernos y le explicamos lo que sucedía.

La veterinaria, como no había desayunado, estaba mareada y con ganas de vomitar. De repente, se calló al suelo y no podía respirar, en seguida llamamos a la ambulancia y vino corriendo a toda velocidad. Se la llevó al hospital, pero por el camino, pilló unos cristales de una botella de cerveza y se le pincharon las dos ruedas delanteras de la ambulancia.

Entonces, nos llamaron y nos fuimos corriendo al colegio. Cuando entré a la clase y mire el reloj, vi que era una hora más tarde de las 9:00.

La maestra con cara de enfadada, me dijo que me iba a castigar sin recreo 1 mes. Yo me puse a llorar y me fui a el asiento para explicarle lo que me había pasado.
                               
                                                          

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